Informe 16201705

Informe 16201705

LOAK PSICOLOGÍA & MODA

Lo que a Laura le ocurría es muy común en muchas mujeres, su físico lo vivía como un problema por no ajustarse a los cánones de belleza y por ello su vida era una constante lucha por mantenerse en la talla o tallas por ella aceptables. En su armario tenía ropa de tallas diferentes.

La relación de amor y odio con su cuerpo condicionaba totalmente su interés por el vestuario.

En el sistema Loak, el físico de la persona es importante pero secundario, en primer lugar se analizan las variables psicológica para pasar luego a adaptar el estilismo a la morfología.
En el caso de Laura, de los datos obtenidos en las diferentes pruebas resultó que su estilo de interés correspondían al estilo natural, elegante y seductor. El siguiente paso a realizar consistió en buscar el ajuste con su personalidad seductora y su tipología pudorosa en relación a la necesidad psicológica de su vestuario.

La finalidad de Laura con el sistema LOAK era el de encontrar su estilo esencial que le guiara en la elección a la hora de vestirse  y de comprar. 

En este caso se presentaba un conflicto psicológico entre dos fuerzas contradictorias, la del pudor que le llevaba a inhibirse y ocultarse contra su personalidad seductora cuyo impulso le empujaba a mostrarse, decorarse y exhibirse.

Hacerlo consciente le llevó a un estado de confusión e incluso de no aceptación principalmente en lo referente a la parte seductora pero cuando entendió que ese impulso natural consistía en querer mostrarse al mundo bella,  aceptó el reto de probar durante un mes las orientaciones del sistema Loak.

De eses modo se creó un espacio en el que ambas fuerzas se encontraran de manera armónica. El resultado fue sorprendente, durante ese mes vistió prendas, complementos, etc.  que le permitían esconderse y de ese modo responder a su necesidad pudorosa (por ejemplo con prendas holgadas) junto con otras que respondían a su necesidad más sensual (por ejemplo pintarse los labios de rojo, utilizar lecenros, lencería más fina).

Así descubrió la esencia de su estilismo, encontró la forma de hacer que la ropa se convirtiera en un mecanismo de transición entre una necesidad y otra.
Fue entonces cuando entendió que no era su cuerpo quien debía de marcar su estilismo sino ella como mujer.

Una vez conseguida esta sintonía con la ropa, aprendió a adaptarlas a su morfología, una mujer de 44 años con un cuerpo de figura triangular. De igual manera se procedió con el ajuste del color, seleccionando para ello la paleta de colores que le favorecían.